Sonora Power por Demian Duarte
Sí yo le dijera que el alcalde de Hermosillo Antonio Astiazarán Gutiérrez está por salirse del proceso para participar como candidato a gobernador de Sonora en el 2027, quizá usted pensaría que yo estoy loco.
Se trata sin duda del perfil mejor posicionado de la oposición, que con facilidad podría incluso unir al PAN, al MC e incluso al PRI en la causa de combatir a su acérrimo rival político, en este caso Morena.
Su salida plantearía una crisis en el bloque opositor, de por si bastante desgastado ante la ausencia de un personaje que logre unificar criterios, sumar fuerzas y unir discursos de cara a lo que aparece como un irremisible destino de triunfo del partido guinda en el 2027, para obtener la gubernatura por un periodo de 3 años.
Ya del proceso interno de Morena hemos hablado aquí y hemos definido que Javier Lamarque Cano, actual alcalde de Cajeme, cabalga prácticamente solo para convertirse en candidato a gobernador.
Bueno de confirmarse su candidatura y darse la salida del “Toño”, del proceso opositor, puede usted dar por sentado que a menos que algo muy extravagante ocurra, Lamarque será sucesor de Alfonso Durazo.
Mire, tuve una amplia conversación con Antonio Astiazarán y si algo me quedó claro es que su intención de contender por la gubernatura en el 2027, no está del todo firme.
El presidente municipal de Hermosillo valora varios factores, uno de ellos es la fortaleza del movimiento que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo y su determinación y por tanto capacidad de retener un estado como Sonora, principal cabeza de playa de Morena en el norte de México.
El otro es la anticipación con la que juega el eventual rival, pues mientras en Morena habrá coordinador de la transformación para fines de enero próximo, los eventuales aliados del PAN-MC-PRI, no tienen para cuando.
Sume usted la perspectiva que la mismísima presidenta irá a consulta revocatoria de manera concurrente con la elección y el hecho de que Morena por primera vez se probará solo en las elecciones, sin llevar a las rémoras del PT y el PVEM.
Todo pinta para un trábuco electoral, con una presidenta fuerte, determinada a conservar Sonora y a crecer en el norte, buscando ganar Chihuahua y Nuevo León, todo pinta a un escenario muy complejo.
Por eso la decisión del “Toño”, es ir a elecciones, puede hacerlo por el PAN o por el MC, sin alianzas ni desgaste, pero en búsqueda de ser diputado federal, en este caso por el distrito 05 con cabecera en Hermosillo, justo donde está su base de electores.
De ganar ahí, esto lo mantendría vigente, vivo para el 2030 y con la buena fama de haber derrotado a Morena en una elección que ese partido ha logrado ganar ya durante 9 años consecutivos.
La apuesta del principal referente de la oposición en Sonora es osada, pero es lógica, ya tendrá tiempo de medir a los eventuales rivales de cara al 2030, tendrá oportunidad de placearse sin restricciones por todo el estado, la única condición es ganar en el 2027, para mantenerse vigente de cara al 2030.
Aquí el problema será para los partidos de oposición, que de repente podrían quedarse sin candidato y sin posibilidad alguna de contender por la gubernatura.
La salida podría ser Lilly Téllez, pero en ese caso el chiste se cuenta solo.
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